Conectar no es malcriar, es atender las necesidades emocionales, validar los sentimientos y demostrar amor incondicional favoreciendo así una relación cercana con los hijos haciendo que ellos se sientan importantes, valiosos y tenidos en cuenta.
Daniel Siegel, autor del cerebro del niño, y Tina Payne mencionan tres beneficios de conectar con tu hijo antes de corregir.
1. Hace que los hijos estén más receptivos para aprender.
Para que ocurra un aprendizaje, los niños tienen que estar receptivos. La receptividad es el resultado de la conexión. La sensación de conexión surge cuando nos sentimos importantes y tenidos en cuenta. Por lo tanto, si un niño se siente importante y que se le ha tenido en cuenta, se sentirá aceptado y conectado de tal manera que estará más receptivo a escuchar, pensar, aprender y tomar mejores decisiones.
Muchas veces queremos redirigir o buscar una solución a una conducta inadecuada de manera inmediata e inminente. Y entonces nos saltamos el primer paso, que es también el más importante y el que predispondrá el aprendizaje.
Una manera de recordar conectar con los hijos antes de corregir es pensar en lo siguiente: si tu hijo se está ahogando, ¿aprovechas ese momento para enseñarle a nadar? “¡Venga, sí puedes! No es para tanto, sólo toma aire y lo vas soltando poco a poco por la nariz. Al mismo tiempo mueve los brazos y las piernas de esta manera. No te quejes, no es tan difícil. ¡Claro que puedes!” Y tampoco se nos ocurriría decirle: “Te quedas ahí hasta que aprendas a nadar y puedas salir por ti mismo.” ¿Verdad que no?
¿Qué es lo que haces si ves que tu hijo se está ahogando? Seguramente lo primero es tirarte tú al agua para sacarlo, después asegurarte de que esté bien, besarlo y abrazarlo fuertemente, decirle lo preocupado que estabas y lo mucho que le quieres. Luego entonces te preocupas por enseñarle que no debe entrar al agua sin flotador, a no jugar cerca de la piscina, a nadar o hasta apuntarlo a clases.
Recuerda esto cuando tus hijos estallen en un volcán de emociones que no entienden y que no saben controlar. En esos momentos se están “ahogando” en sus emociones y necesitan que tú te tires al agua y conectes con ellos. Respuestas como “tampoco es para tanto” o “quédate ahí hasta que te tranquilices y estés dispuesto a ser agradable” no le ayudarán a volver a la calma y a pensar con claridad. Al contrario, se sentirá menospreciado y probablemente más alterado.
Cuando hemos conectado con un niño, éste estará dispuesto para tener en cuenta otras perspectivas diferentes a la suya, entenderá mejor la situación y su cerebro estará más preparado para buscar soluciones y tomar mejores decisiones.
Por lo tanto, antes de redirigir una conducta, buscar una solución a un problema o querer enseñar algo te puedes hacer la pregunta: ¿está mi hijo preparado para escuchar, para entender, para aprender?
2. Construye el cerebro.
Otro de los beneficios de conectar con tu hijo antes de corregir tiene que ver más con ayudarles en su desarrollo y la manera en que se va configurando su cerebro.
De acuerdo con el Dr. Siegel, cada interacción que tenemos con los hijos nos da la oportunidad de construir su cerebro y potenciar su capacidad para ser la persona que esperamos sean. Esto ocurre porque el cerebro del niño asimila la información con base en la respuesta de los padres.
Conectar antes de redirigir la conducta hace que se refuercen las conexiones neuronales entre el cerebro primitivo (que se encarga de las reacciones instintivas de supervivencia) y el cerebro superior (encargado de funciones como la autorregulación, la atención, el equilibrio emocional, la empatía, etc.) que modifican literalmente el cerebro.
De esta manera, ofrecer consuelo cuando los niños están alterados, escuchar y validar sus sentimientos y demostrarles amor incondicional hará que conforme vayan creciendo se vuelvan más capaces de tomar buenas decisiones, equilibren sus emociones y controlen los impulsos para tener mejores relaciones con los demás.
3. Mejora la relación con tu hijo.
“Quiéreme cuando menos lo merezca porque será cuando más lo necesite.”
El extraño caso del Dr. Jekyll y el Sr. Hyde
Por último, el mayor beneficio de conectar con tu hijo antes de corregir es que mejora la relación entre padres e hijos.
Demostrar amor y sentirnos conectados con los hijos cuando las cosas fluyen, hay paz, buen rollo y colaboración es muy fácil. Pero cuando se portan mal, contestan de forma grosera, están descontrolados o estallan en una rabieta épica en mitad de la calle es muy difícil que los padres queramos si quiera conectar. En momentos tensos es probablemente lo último que nos pasa por la cabeza. Sin embargo, es cuando la conexión es más necesaria.
Que conectar sea nuestra primera respuesta ante cualquier situación con los hijos, especialmente aquellas que son conflictivas, nos puede parecer imposible. Sin duda es una habilidad que requiere de muchísimo esfuerzo, constancia y práctica, pero que bien merece la pena. Poner la conexión antes que todo les demuestra un amor incondicional y que lo más importante para nosotros es cuidar la relación que tenemos con ellos, favoreciendo así la sensación de que son importantes, que los tenemos en cuenta y que pueden contar siempre con nosotros.
En el curso ABC para educar con enfoque positivo hay un apartado entero dedicado a la conexión. Te lo recomiendo si quieres profundizar más sobre los beneficios de conectar con tu hijo y poner en práctica estrategias que os ayuden a mejorar vuestra relación.